Terminología de la violencia doméstica
Entre los términos referidos a la violencia doméstica, cabe destacar aquellos que se refieren específicamente a la violencia conyugal o dentro de la pareja y obviando por tanto aquella ejercida sobre otros miembros vulnerables de la familia como niños y ancianos. Dentro de la violencia dentro de la pareja, la mayoría de los casos corresponden a violencia ejercida por el hombre hacia la mujer. Expresiones tales como «violencia contra la mujer» y «violencia de género» son muy frecuentemente utilizados.
No fue hasta 1960, cuando se reconoció que la violencia y el maltrato en el ámbito familiar eran un problema social. Anteriormente, la violencia contra la mujer se consideraba como algo anormal y se le atribuía a personas con trastornos psicopatológicos o problemas mentales.
La existencia de este tipo de violencia indica un retraso cultural en cuanto a la presencia de los valores como la consideración, tolerancia, empatía y el respeto por las demás personas, independientemente de su sexo. El maltrato doméstico incluye a las agresiones físicas, psicológicas o sexuales llevadas a cabo en el hogar por parte de un familiar que hacen vulnerable la libertad de otra persona y que causan daño físico o psicológico.
violencia contra la mujer.
La violencia contra la mujer es todo tipo de violencia ejercida contra la mujer por su condición de mujer. Esta violencia es consecuencia de la histórica posición de la mujer en la familia patriarcal, subordinada al varón, carente de plenos derechos como persona.1 La violencia contra la mujer presenta numerosas facetas que van desde la discriminación y el menosprecio hasta la agresión física o psicológica y el asesinato. Produciéndose en muy diferentes ámbitos (familiar, laboral, formativo,..), adquiere especial dramatismo en el ámbito de la pareja y doméstico, anualmente decenas o cientos de mujeres son asesinadas a manos de sus parejas en diferentes países del mundo.
violencia contra ancianos
En los años 60 se reconocía el abandono y abuso infantil y en los años 70 el fenómeno del maltrato conyugal salió a la luz pública. De forma más tímida, a lo largo de estos 20 últimos años se comenzó a tratar el tema de “Los malos tratos y el abandono en los ancianos”, reconociéndose que ellos también constituyen una población de alto riesgo para recibir este tipo de abusos.
Hoy en día estos casos se consideran un grave problema social, con raíces culturales y psicológicas. No importa el nivel económico ni educativo de quien lo ejerce o lo padece.
Desde que se comenzó a investigar sobre esta clase de abusos han ido cambiando algunos conceptos:
No todos los agresores son personas con problemas patológicos, pueden ser personas con el resto de sus conductas no muy desviadas de la norma.
En contra a lo anterior, si existen algunas investigaciones que indican que los agresores de ancianos pueden presentar psicopatologías más graves que los agresores de otros colectivos. (Finkelkor y Pillemer 1987 ; Wolf 1986)
Se rechaza ya la creencia de culpar solo a la persona mayor de su situación de maltrato y/o abandono
Por lo que se están concentrando las acciones en hacer al agresor responsable de sus propias acciones aunque, por el momento, no existan muchos programas dirigidos para aquellos sujetos que hayan maltratado ancianos ni tampoco se hayan desarrollado teorías terapéuticas al respecto.
violencia contra niños
La violencia se da en colegios e instituciones -como orfanatos y otros centros de acogida-, en las calles, el lugar de trabajo y las prisiones. Los niños y niñas padecen violencia en sus casas, en el seno de sus familias o por parte de otros niños y niñas. Un reducido números de los casos de violencia ejercida contra los niños y niñas termina en muerte; pero lo más frecuente es que ni siquiera deje huellas visibles. Aún así, constituye uno de los problemas más graves que actualmente afectan a la infancia.
Una gran parte de la violencia permanece oculta. En ocasiones, los niños y niñas se sienten incapaces de denunciar los actos de violencia por miedo a las represalias de su agresor. Puede ocurrir también que ni los niños y niñas ni el agresor vean nada malo o inusual en estas prácticas, o que ni siquiera piensen que estos actos violentos constituyen violencia, y los consideren más bien como castigos justificados y necesarios. Puede que el niño maltratado se sienta avergonzado o culpable, pensando que se trata de un castigo merecido. Esto es a menudo la causa de que el niño se muestre reticente a hablar de ello.
la violencia esta muy mal tanto para la familia como los niños mujeres y ancianos , debbemos ser concientes que si no queremos perturbar a nuestros seres queridos no debemos agredirlos
ResponderEliminarcierto si no los queremkos dañaranuestros seres no debemosagredirlos ni berbalmente o fisicamente.
Eliminarla violencia intrafamiliar no solo incluye maltratar a los hijos si no a todos aquellos que viven en su entorno con violencia no solo me refiero alos golpes si no tambien ala verbal
ResponderEliminarmmmm existen barios tipos de violencia y todos estan muy mal.
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